viernes, 6 de noviembre de 2009

Nuestras explicaciones hablan de nuestro poder.



Lo llamamos el foco de control, es decir como una distinción gruesa nos referimos, a la orientación de la atribución de las causas de lo que nos ocurre. Estas explicaciones, no son neutras, porque definen el espacio de dominio y poder personal sobre nuestra vida, en muchos casos estas explicaciones, son más bien justificaciones - 'justificadas', para cuidarnos de potencial castigo, aprendidas en el miedo de la culpa-castigo.

De esta forma, y dentro de esta interpretación, el explicar lo que nos sucede, habla de nosotros, y como enfrentamos los quiebres, como los explicamos, y lo que es peor define nuestro horizonte de posibilidades futuras.

Para mi su principal implicancia, es que cuando externalizamos, perdemos la oportunidad de aprender, y el aprender no como castigo, sino más bien como el carácter alegre de la oportunidad y la internalización de mayor poder.

El locus, sitio o foco de control, es grado en que la gente cree que es dueña de su destino. Los individuos internos son los que creen que ellos controlan lo que les sucede. Los externos, son las personas que creen que están controlados por fuerzas externas.

La capacidad de tomar decisiones, la persona con rasgos de externalidad, tiende a ser menos comprometida con la empresa, esta menos satisfecha con su trabajo, se perciben así mismos cómo con poco control sobre los resultados , culpan a los demás de lo que les sucede.

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